Ya llega un punto en que se hace necesario un cariñito, pero es difícil salir de la rutina de los hijos, el marido, la pega, el colegio, las amigas, etc. Por eso una mentirita blanca no le hace mal a nadie...
Ya llega un punto en que se hace necesario un cariñito, pero es difícil salir de la rutina de los hijos, el marido, la pega, el colegio, las amigas, etc. Por eso una mentirita blanca no le hace mal a nadie...