La decana de Ingeniería UC conversó con Kike Mujica en el programa Cuatro Cabezas sobre la baja participación femenina en carreras científicas y cómo revertir este panorama desde la infancia. Un diálogo necesario que revela cuánto nos influencian los estereotipos y lo urgente de generar más modelos femeninos en estos espacios.
La decana de Ingeniería UC conversó con Kike Mujica en el programa Cuatro Cabezas sobre la baja participación femenina en carreras científicas y cómo revertir este panorama desde la infancia. Un diálogo necesario que revela cuánto nos influencian los estereotipos y lo urgente de generar más modelos femeninos en estos espacios.
En entrevista con el periodista Kike Mujica, la decana de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, Loreto Valenzuela, abordó las persistentes brechas de género en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), tanto en el ámbito académico como en el formativo. Como la primera mujer en liderar esta escuela, Valenzuela es una voz clave en la transformación de un espacio históricamente masculino.
Aunque la participación de mujeres en Ingeniería UC ha aumentado en las últimas décadas —pasando de un 13% en la época universitaria de Valenzuela a cerca de un 30% en la actualidad— la decana reconoce que aún queda mucho camino por recorrer. En cuanto al cuerpo académico, las cifras muestran una mejora similar: del 0% al 15% de profesoras en 15 años.
“Esto ha cambiado el rostro de la escuela”, señala la decana.
La conversación también se adentró en el origen de estas brechas. Kike Mujica propuso que el colegio es la primera etapa donde se genera esta división, pero Valenzuela fue más allá:
“Comienza incluso antes, en la etapa preescolar, donde incluso los juguetes hacen la diferencia”.
La decana subraya que los modelos de rol y los estímulos que reciben niños y niñas desde el hogar son fundamentales en la formación de intereses.
“A medida que más niños juegan a hacer el aseo y a cuidar muñequitas, y que niñas jueguen a hacer robots y construir ciudades, vamos a tener mucho más libertad para que los jóvenes puedan decidir qué estudiar y a qué dedicarse en función de sus propios intereses y no para cumplir una cuota ni para cumplir estereotipos”, enfatiza.
En la etapa escolar, los comentarios desalentadores y la falta de referentes también influyen. Por eso, destaca el trabajo que realiza la profesora Fernanda Ramírez, quien estudia el impacto de las mentorías académicas en 2° medio para guiar la elección de electivos en 3° y 4° medio.
“Las mentorías son conversaciones sistemáticas, muy similares al coaching, donde se comparten experiencias para guiar a los alumnos”, explica.
El liderazgo femenino también fue tema en la entrevista. Valenzuela comentó cómo la presencia de mujeres en cargos directivos ha ido en aumento dentro de la universidad, no como una imposición de cuotas, sino como resultado de sus méritos. Esto, asegura, tiene efectos positivos que se extienden más allá de la representación simbólica:
“Está demostrado que el talento está bastante distribuido. Puede que no sea 50/50, pero claramente no es 90/10”.
La conversación finalizó con una reflexión sobre por qué es crucial impulsar la igualdad en campos históricamente masculinos. Más allá de la justicia de género, Valenzuela sostiene que la diversidad mejora la productividad, la creatividad y la resolución de problemas en equipos de trabajo. En este marco, la universidad se encuentra organizando un seminario para seguir profundizando en la participación femenina en investigación y formación científica.
Una entrevista profunda y reveladora que invita a cuestionar cómo nuestras decisiones vocacionales pueden estar más determinadas por estereotipos que por verdaderas pasiones.
Puedes escuchar la entrevista completa AQUÍ