Pollo al coñac: cinco versiones para cucharear en Santiago

De Lo Prado a Lo Barnechea, Lore Gatica nos guía por una ruta sabrosa y nostálgica que rescata este clásico invernal, chilenizado a punta de caldo, papas fritas y tradición.

Pollo al coñac: cinco versiones para cucharear en Santiago

De Lo Prado a Lo Barnechea, Lore Gatica nos guía por una ruta sabrosa y nostálgica que rescata este clásico invernal, chilenizado a punta de caldo, papas fritas y tradición.

En Cuatro Cabezas, segunda edición, Lore Gatica nos invitó a recorrer Santiago a través de un plato que mezcla historia, sabor y memoria: el pollo al coñac. Aunque vinculado con la tradición francesa, este guiso ha sido adoptado y adaptado por la cocina chilena, convirtiéndose en un clásico invernal que mezcla olla de greda, caldito espeso y papas fritas caseras. Ideal para compartir y reconfortar.

Una de las versiones más modernas se encuentra en Huggo Comedor, un local ubicado en Providencia que ofrece un pollo al coñac en formato personal. Un plato reconfortante que respeta la tradición, pero con un giro contemporáneo, ideal para quienes buscan calidez sin perder elegancia.

Si se trata de tradición, el imperdible es El Rincón de la Mamita, en Avenida La Paz, Independencia. Fundado por una cocinera que formó escuela antes de fallecer, hoy son sus maestras —mujeres mayores que llevan décadas a cargo de las ollas— quienes mantienen viva la esencia del local. Aquí, el pollo al coñac se sirve en fuentes grandes para compartir, con caldo enjundioso y versiones alternativas como el pollo arvejado o al marisco.

En Lo Prado, El Cumbión es una picada legendaria. Su pollo al coñac cuesta cerca de 20 mil pesos para cuatro o cinco personas, y destaca por sumar champiñones, aliños chilenos, comino y orégano. Un plato sabroso y generoso.

La historia también tiene su lugar en El Pollo al Coñac, un local fundado en 1963. Aunque el restaurante original se quemó en 2007, la tradición continúa en manos de la familia y hoy se puede visitar en un espacio que parece detenido en el tiempo: una casa con living sesentero. Funciona solo los fines de semana, pero también se puede pedir por delivery, incluso solo el caldo, embotellado para disfrutarlo en casa.

Finalmente, Lore recomienda Divertimento Chileno, dentro del Parque Metropolitano, con una de las terrazas más bonitas de Santiago. Aquí, el pollo al coñac se sirve en una ollita individual, ideal para turistas o almuerzos íntimos. Junto con platos típicos como el pastel de choclo, ofrece una experiencia visual y culinaria que conecta tradición y paisaje.