Un estudio liderado por el profesor Luis Abdón Cifuentes, de la Universidad Católica, confirma que en la Región Metropolitana las altas temperaturas ya provocan más muertes que el frío. Con un umbral de riesgo desde los 28 °C, la investigación advierte sobre la necesidad de adaptar nuestras ciudades, generar alertas personalizadas y promover hábitos de protección frente a un fenómeno que continuará con mayor intensidad en los próximos años.
Un estudio liderado por el profesor Luis Abdón Cifuentes, de la Universidad Católica, confirma que en la Región Metropolitana las altas temperaturas ya provocan más muertes que el frío. Con un umbral de riesgo desde los 28 °C, la investigación advierte sobre la necesidad de adaptar nuestras ciudades, generar alertas personalizadas y promover hábitos de protección frente a un fenómeno que continuará con mayor intensidad en los próximos años.
Durante décadas, el frío fue el factor climático con mayor impacto en la mortalidad en Chile. Sin embargo, nuevos datos revelan un cambio alarmante: las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, ya superan al frío como causa de muerte en la Región Metropolitana.
Así lo explica el profesor Luis Abdón Cifuentes, del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Universidad Católica, quien lideró un estudio en colaboración con Bupa, analizando más de dos millones de registros médicos anonimizados. Los resultados muestran que a partir de los 28 °C de temperatura máxima diaria, el riesgo de mortalidad aumenta de forma significativa y que incluso puede llegar a duplicarse en los días más cálidos.
“La gente suele pensar que el calor es solo una molestia, pero la realidad es que puede ser mortal, especialmente para los grupos más vulnerables”, enfatiza Cifuentes.
El fenómeno, que se observa también en otras regiones del país, obliga a repensar las estrategias de adaptación frente al cambio climático. Entre las medidas propuestas destacan la creación de refugios climáticos, la ampliación de áreas verdes, el uso masivo de sombra en espacios públicos y campañas de concientización para evitar la exposición directa al sol, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades de base.
“Adaptar nuestras ciudades y cambiar hábitos cotidianos es fundamental para proteger la salud de la población. No podemos seguir reaccionando solo cuando la ola de calor ya está encima”, advierte el académico.
La advertencia no es menor: el estudio estima que, de mantenerse las tendencias actuales, los episodios de calor extremo serán cada vez más frecuentes y prolongados en la zona central de Chile, lo que aumentará el riesgo para la salud y la presión sobre los sistemas de atención médica.
La entrevista completa, realizada en el programa Cuatro Cabezas de Radio 13C y conducida por Kike Mujika, está disponible para escuchar en nuestra plataforma.
Puedes ver la entrevista completa AQUÍ